Evaluación de la personalidad

—¿Que necesitaría para hacerme una evaluación de la personalidad? Me han escrito en un mensaje.

 —¿Qué necesitarías? Necesitarías,  tres cosas imprescindibles; humildad, honestidad y motivación para indagar en uno mismo.

Si te falta alguna de ellas, mejor no meterte a ello. El autoconocimiento es para aquellos que realmente están interesados y dispuestos a luchar consigo mismos y a trabajar sobre sí mismos. Reconociendo lo que construye de lo que destruye, lo que potencia de lo que interfiere, lo que esclaviza de lo que libera, lo que “Es“de lo que “no es“.

A pocas personas les gusta  poner las cartas encima de la mesa y encontrarse con su parte menos atractiva. Lo curioso es que una vez atravesada esa linea sensible, que pone al descubierto nuestras debilidades (conflictos, contradicciones, necesidades, pulsiones, miedos) que automatizan nuestra existencia y nos alejan del ser,  lo que encuentras,  es sumamente gratificante. Tu Ser auténtico al descubierto.

¿Te has preguntado alguna vez cual sería nuestra personalidad sino tuviéramos una historia detrás que la abalara?

¿Conoces lo que subyace detrás de cada una de nuestras elecciones y decisiones de vida?

¿Qué nos hace ser como somos y pensar como pensamos?

Nuestra personalidad es el resultado de nuestra memoria particular.  Es la causa de que nuestro pasado marque nuestro presente y proyecte nuestro futuro en una continua anticipación y perdida de naturalidad.

De hecho, con tan sólo identificar nuestro tipo psicológico, podríamos predecir el futuro. 

Asumimos nuestra identidad particular (gustos, inclinaciones, creencias, ideologías, estilos) en base a nuestras experiencias pasadas, al mismo tiempo que eclipsamos nuestra verdadera naturaleza. A causa dé todos nuestros condicionamientos creamos una realidad sobre nosotros y el mundo que nos rodea absolutamente ficticia;  abarrotada de información sesgada que sabotea nuestro desarrollo y maduración psicológica, dejando poco lugar, por no decir nada, para que entre lo creativo entre tanta presión por mantener lo que nos es familiar y hemos grabado en las celulas de nuestro cerebro.

El conocimiento de uno mismo desde la verdad -no parcial, no abstracta- es el principio de la sabiduría y la liberación. Precisamente, el estudio del "sí mismo" es el objetivo de la psicología.