- Hemos dejado la relación, no nos entendemos sexualmente- me comentaron hace unos días en consulta.
- ¿Y eso?
- No cumplo con sus expectativas.
En realidad, no hacemos nunca el amor, lo que hacemos es sexo y la verdad, no puedo seguirlo, me siento cansada. Es una persona estupenda, generosa, social, atenta, pero en este punto no hay entendimiento y hemos decidido dejarlo. Estamos en momentos diferentes.
Y yo me pregunto
¿Existe entendimiento en el sexo?
Sabemos que existen inteligencias múltiples y que lo que marca la diferencia entre unas y otras es el nivel de desarrollo en cuanto a evolución de conciencia se refiere.
Podemos hablar de un nivel básico de inteligencia, un nivel medio de inteligencia, un nivel alto de inteligencia e incluso, de una inteligencia sublime. Pasando de lo más primitivo, sensorial, mecánico y egocéntrico a lo más sutil, integral y holístico de autentica comunión con el otro, sin olvidarnos de las emociones y afectos que nos mantienen en el nivel medio y se mueven entre ambos polos de la conciencia.
Las líneas de desarrollo abarcan una gran variedad de aspectos de la vida, como son la cognición, la emoción, el cuerpo, las relaciones inter-intra personales, la moral, la ética, lo social, lo financiera, lo musical y por supuesto la inteligencia espiritual.
Desde este punto de vista, no resulta nada fácil reconocer o admitir, en uno mismo, un bajo nivel de desarrollo en una o varias áreas de la existencia, a pesar de ser altamente inteligentes en otras.
¿Quién se atreve?
Podemos tener, por ejemplo, un nivel de desarrollo o inteligencia interpersonal y social, alta, también cognitiva y racional pero, sin embargo, faltarnos desarrollo y evolución en cuanto a sexualidad, afecto o moralidad. ¿Qué haríamos entonces? Pues muy posiblemente argumentar y justificar la carencia, con un razonamiento elaborado y aparentemente elevado, aunque en realidad se apoye en una debilidad encubierta.
Todos conocemos gurúes, que han tenido un desarrollo espiritual significativo, incluso haber experimentado lo místico y sin embargo estar muy poco desarrollados psico-sexualmente o psico-afectivamente y a partir de ahí ser capaces de crear movimientos o sectas altamente dañinas que buscan la autocomplacencia y el dominio del otro, con abusos sexuales escalofriantes debido, precisamente, a esta discrepancia entre las diferentes líneas de desarrollo.
La misma contradicción la encontramos en la religión -religare- donde en nombre del amor y la unión, se ha creado separación, intolerancia y odio en una lucha constante entre ideologías y credos a favor de una guerra santa -que absurdo- y una supuesta y francamente tonta, recompensa espiritual.
Podemos encontrarnos con personas de una altísima sensibilidad musical, lingüística, de gran cultura y por otro lado ser protagonistas de verdaderas atrocidades humanas. Muchos inteligentes han llevado su vida a la autodestrucción y el dolor ajeno a causa de una mala proporción en cuanto a combinación de inteligencias.
¿Cuántas personas creyéndose inteligentes y lógicas son capaces de soportar situaciones para las cuales no existe lógica ni razón, o meterse en situaciones y tomar decisiones igualmente irracionales e ilógicas que les arrastran a la infelicidad e incluso el desprecio de si mismas? Pues por la misma razón, una línea de desarrollo, posiblemente, poco avanzada que usurpa la conciencia y el poder "darse cuenta".
Yo misma me he metido en caminos que acabaron siendo un error por ausencia de desarrollo o inteligencia el algún área concreta de mi vida. Todos somos historia y a la mía no le faltan asuntos pendientes. Podemos ser listos en una cosa y tremendamente tontos en otra, hasta llegar a una auténtica desproporción.
De lo que se trata es de reconocer que áreas necesitan un mayor desarrollo y seguir avanzando haciéndonos cada vez más inteligentes ampliando conciencia. Y para ello, como admito siempre, el autoconocimiento y la indagación en el Ser es fundamental.
¿Entenderse sexualmente?
Al final es una cuestión de superficie o profundidad, de ausencia o presencia. y desde luego, de no hacer de todo un problema.
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